¿Tienes un piso de pocos metros? Ahí van unos tips que te puede ayudar

¿Tienes un piso de pocos metros? Ahí van unos tips que te puede ayudar

Tener un piso de pocos metros no es excusa para no prestarle la atención que se merece a la decoración. De hecho, decorar un piso pequeño es todo un reto y tiene más posibilidades de las que tú te crees. Hoy en nuestro blog compartimos contigo trucos para sacar partido a un piso de pocos metros.

¿Tienes una vivienda donde escasean los metros? Con un poquito de imaginación y creatividad puedes conseguir que tu piso sea todo un ejemplo en decoración.

 

 

Ideas básicas para decorar un piso pequeño

 

Hay reglas de oro que debes cumplir si quieres realmente sacarle provecho a un piso de pocos metros.

Es importante utilizar los muebles adecuados

Opta por piezas prácticas y funcionales que cumplan su cometido. Los muebles auxiliares y de doble uso son perfectos para ganar espacio de almacenaje y evitar tener cosas a la vista. Intenta distribuir los muebles pegados a las paredes para ganar amplitud. También es fundamental unificar materiales y colores para conseguir uniformidad visual.

 

El orden y la limpieza son fundamentales

En un piso pequeño es básico el orden, la limpieza y la organización. Es importante que cada cosa esté en su sitio y que haya un espacio para cada cosa. Hay que organizarse bien. Utiliza cualquier método para ordenar las cosas de casa. Seguramente, el más famoso es el de Marie Kondo, pero puedes utilizar el que más se adapte a tus hábitos y a los de tu familia.

 

Una buena planificación es la clave del éxito

Para mantener tu piso de pocos metros siempre ordenado es clave planificar, estudiar tus necesidades y preferencias y, a partir de ahí, ir creando soluciones. Lo ideal es simplificar, eliminar todo aquello que nos es imprescindible y así ordenar no nos costará nada.

 

Escoge bien los colores

En las viviendas con pocos metros el color es la clave para agrandar estancias. Generalmente, el blanco es el rey, pero no es la única opción. Es cierto que el color blanco ayuda a crear la sensación de amplitud y luminosidad, pero puedes aportar color en otros elementos como en cortinas o cojines. También puedes optar, en el caso de las paredes, por blancos rotos o cremas claritos.

 

Un recurso efectivo para agrandar visualmente pisos pequeños

es prescindir de las paredes que no sean absolutamente necesarias. Por ejemplo, si puedes unir comedor y cocina mucho mejor. También puedes instalar puertas de cristal eliminando de esta manera las barreras opacas. Las habitaciones estarán separadas, pero la luz podrá distribuirse por todo el hogar.

Si tu vivienda es pequeña, pero de techos altos, aprovéchalos construyendo un altillo que sirva como zona de almacenaje o, según la altura, como habitación extra.

 

Despeja las paredes y no las cargues demasiado:

Como mucho, puedes permitirte colgar algún espejo que reflejan la luz y abren los espacios. Además, su reflejo ayuda a aportar profundidad. Puedes optar por un espejo maxi o hacer una composición con varios modelos.

Los muebles flotantes (estanterías, mueble de la televisión, mesillas de noche…) son una solución muy efectiva para aprovechar los espacios pequeños. Cumplen su función de almacenaje, pero crean una sensación visual de limpieza y amplitud.

Aprovéchate de los muebles de almacenaje ocultos como las camas canapé o las cajas con ruedas para guardar bajo el somier.

Otra idea muy efectiva para aprovechar todos los metros de tu piso pequeño es aprovechar las esquinas. En ellas, puedes colocar estanterías, pequeños armarios, o incluso mesas.

Aprovecha toda la altura de las paredes colocando baldas hasta el techo.

Otro recurso decorativo que ayuda a ampliar visualmente espacios en un piso pequeño es utilizar papel pintado en una de las paredes ¡Es superfácil y el efecto es sorprendente!

Da uso a zonas de paso como pueden ser pasillos o recibidores: Generalmente, tendemos a desaprovechar estas zonas de nuestro hogar y no somos capaces de sacarle todo el provecho que tienen. Podemos construir armarios con poca profundidad o hacer pequeños altillos que nos sirvan de zona de almacenaje.

Organiza con mimo los interiores de los armarios: Ayúdate de accesorios para que cada cosa esté en su sitio. Aprovecha todo el espacio con barras abatibles o coloca un espejo en interior de las puertas.

Consejos para un hogar más agradable

Consejos para un hogar más agradable

Conseguir que tu casa sea más saludable no es demasiado difícil ni tampoco implica hacer una gran inversión. Basta con seguir estos consejos:

 

Luz natural, fuente de energía

La luz natural no solo ilumina tu casa y hace que parezca más amplia. Los beneficios de la luz solar son incontables: estimula las defensas, mejora la salud cardiovascular, mejora el bienestar psicológico, nos ayuda a conciliar el sueño más fácilmente, nos aporta vitamina D e incluso ayuda a regular los niveles de colesterol en sangre. En resumen, la luz natural es fundamental para un hogar saludable y sano. Además, los rayos de sol que entran por las ventanas llenan cualquier rincón de vitalidad y alegría.

Para acentuar este ambiente intenta que las paredes sean blancas o con colores neutros y decora con muebles de tonos claros. Potencia aún más la luz gracias a los espejos. Sin embargo, no todas las habitaciones pueden ofrecer luz natural. En ese caso, usa bombillas LED ya que son más saludables para la visión y consumen menos.

 

Ventila cada día

Del mismo modo que necesitas airearte y salir a respirar, tu casa también. De hecho, es necesario ventilar correctamente la casa cada día diez minutos para limpiar el aire del interior y de ese modo conseguir un hogar más saludable.  Al ventilar, se oxigena el aire de la casa, se eliminan los malos olores, se reduce la concentración de COV (compuestos orgánicos volátiles), se eliminan bacterias tóxicas que pueden estar en el aire y se regula la humedad.

Además, y aunque parezca mentira, se reduce la cantidad de polvo y el riesgo de sufrir alergias y problemas respiratorios. Abre las ventanas y ventila en el momento del día de más calor durante el invierno y, por la noche, en verano.

Una casa saludable es una casa libre de humos

O, dicho de otra manera, no fumes dentro de casa. El humo del tabaco permanece mucho tiempo en el aire y carga el ambiente, incluso si ventilas la casa a diario. Además, provoca que todos los que viven en casa tengan un mayor riesgo de desarrollar problemas pulmonares.

Procura tener siempre una temperatura estable

Una temperatura correcta en una casa no siempre es fácil de conseguir. En invierno hay días que parece que el frío se haya apoderado de todos los rincones y, en verano, durante algunas horas nos sentimos como en una sauna permanente. Sin embargo, a veces el remedio es peor que la enfermedad. Es decir, no es necesario ir en camiseta de manga corta en invierno y casi con bufanda en verano porque el aire acondicionado está funcionando a toda máquina.

De hecho, los cambios demasiado bruscos de temperatura nos hacen más sensibles de padecer enfermedades respiratorias, pues el epitelio del aparato respiratorio se daña, cosa que pueden aprovechar distintos virus y bacterias para infectarnos.

Así pues, una temperatura más bien fresca (no superior a 22°C) aporta más confort térmico, vigoriza el cuerpo y sube el ánimo. El rango de confort está entre los 17°C en invierno y los 24°C en verano.

Controla la humedad

Al igual que con la temperatura, el exceso de humedad es tan malo como la falta de humedad.

En un ambiente demasiado húmedo puede aparecer moho y provocar congestión nasal, irritación de garganta, de ojos, daños en la piel o incluso puede ser responsable de reacciones alérgicas graves. Pero es que el exceso de humedad también propicia la aparición de los hongos. Si no hay una limpieza a fondo, pueden desarrollar alergias. O si los hongos aparecen en la cocina pueden contaminar los alimentos con bacterias. Además, pueden causar enfermedades dermatológicas.

En un ambiente seco también hay problemas, pues tanto las mucosas del epitelio respiratorio como la piel y los ojos se resecan, provocando molestias y, en el caso del sistema respiratorio, haciéndonos más susceptibles de sufrir infecciones.

Para medir la humedad puedes usar un higrómetro. El nivel ideal de humedad en casa no debería ser inferior al 35% ni superior al 50% a lo largo de todo el año. En caso de que salga de este rango, puedes corregirla con aparatos deshumidificadores o humidificadores.

 

La importancia de los colores

La elección de los colores a la hora de decorar no debería tomarse a la ligera. De hecho, los colores son emociones (o más bien el reflejo de estas). Y es que la cromoterapia estudia los efectos de los colores en la mente y en nuestro bienestar. Así pues, los colores pueden cambiar nuestro estado de ánimo, ayudar a combatir una migraña, a subir o bajar la temperatura corporal e incluso a abrir nuestro apetito. En un hogar saludable los colores de las estancias son, pues, muy relevantes. Veamos algunos ejemplos:

Blanco: Hace que todo se vea más limpio y ayuda a sentirnos con más ánimo.

Azul: Perfecto para relajarse y conciliar el sueño, sobre todo si se combina con el gris. En los dormitorios amplios, es perfecto.

Arena: Es un color muy versátil que se puede usar en cualquier rincón de la casa. Relaja y calma la ansiedad.

Verde: Es el color más relajante para el ojo humano. Por eso es capaz de crear ambientes tranquilos y a la vez frescos.

Amarillo: Aporta alegría. Es un color cálido que, en sus tonalidades más ocres, es ideal en la decoración de los salones.